Respuesta:
La comprensión depende de lo bien que esté escrito un texto, pero también depende de lo que ya conoce el lector sobre el contenido y del tipo de relaciones que establezca entre ello y lo que va leyendo.
Comprender no es una cuestión de todo o nada sino que es relativa a los conocimientos de que se dispone sobre el tema del texto y a los objetivos que se marca el lector. No es lo mismo leer para ver si interesa seguir leyendo, que leer cuando buscamos una información, o cuando necesitamos formarnos una idea global del contenido para transmitirlo a otra persona.
En el ámbito de la enseñanza, es bueno que los niños y las niñas aprendan a leer con diferentes intenciones (objetivos), para lograr fines diversos. De esta manera aprenden que la lectura les puede resultar útil para muchas cosas.
Para implicarse en la actividad de la comprensión de un texto, también es imprescindible encontrar que esta tiene sentido. Para atribuir un sentido a la actividad es necesario que se sepa lo que se debe hacer y lo que se pretende con ella; que el alumno se sienta competente para ello; y que la tarea en sí resulte motivante. El texto ha de estar acorde al nivel de los alumnos.
Para que una actividad de lectura sea motivadora, el contenido ha de conectar con los intereses de la persona que tiene que leer y que responda a un objetivo. El interés se puede crear, suscitar y educar, y depende también del entusiasmo y de la presentación que hace el profesor de una determinada lectura y de las posibilidades que sea capaz de explotar.
Los textos que se ofrecen a los alumnos deben dejarse comprender; hay que asegurarse también de que los lectores disponen de los conocimientos necesarios para abordarlos.
Leer es comprender, y comprender es ante todo un proceso de construcción de significados acerca del texto que pretendemos comprender.
Hasta ahora he hablado de la relación que hay entre leer y comprender, osea aprender a leer. Pero también existe una relación entre leer y aprender: leer para aprender.
Aprender algo equivale a formarse una representación de aquello que se presenta como objetivo de aprendizaje; implica poder atribuirle significado al contenido en cuestión, relacionando lo que ya se sabe y lo que se pretende aprender.
Explicación:
perdón mucho texto