Respuesta:
Explicación:
no se que sean letras manuscritas pero aqui tienes una historia.
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Millfield, dos personajes llamados Tom y Jack. Tom era un joven ciudadano del pueblo y trabajaba como agricultor. Pasaba sus días cultivando y cuidando sus tierras, y su mayor sueño era convertirse en un gran granjero algún día. Por otro lado, Jack no era ciudadano del pueblo y trabajaba como leñador. Vivía en una pequeña choza en las afueras del pueblo y su mayor deseo era tener su propia casa y un trabajo estable.
Un día, el pueblo sufrió un incendio y muchas de las casas y tierras de los habitantes fueron dañadas. Tom y Jack unieron fuerzas para ayudar a reconstruir el pueblo. Tom, con su conocimiento en agricultura, ayudó a reconstruir los campos y cultivar nuevamente los frutos. Jack, con su experiencia en la tala de árboles, ayudó a reconstruir las casas y construir muebles para los habitantes.
Gracias a su arduo trabajo, el pueblo comenzó a prosperar nuevamente y los habitantes les agradecieron a Tom y Jack por su ayuda. La alcaldesa del pueblo, al ver su dedicación y esfuerzo, decidió otorgarle la ciudadanía a Jack. A partir de ese momento, Jack comenzó a tener una vida más estable y pudo cumplir su sueño de tener su propia casa.
Tom y Jack se convirtieron en buenos amigos y continuaron trabajando juntos en el pueblo. Gracias a su amistad y dedicación, el pueblo de Millfield se convirtió en un lugar aún más próspero y feliz.
Esta historia demuestra que, a pesar de las diferencias y circunstancias, la unión y el trabajo en equipo pueden lograr grandes cosas y cambiar vidas.
aqui otra
Había una vez un joven llamado Juan que tenía un gran corazón y un amor verdadero por su novia Ana. A pesar de que eran felices juntos, Juan siempre había sentido que había algo más en el amor, algo más profundo que simplemente estar juntos.
Un día, mientras caminaba por el parque, Juan encontró un antiguo reloj de bolsillo que parecía tener algún tipo de poder mágico. Al darle cuerda, de repente se encontró transportado a una época diferente.
Juan descubrió que había viajado a la época de los griegos antiguos, a la ciudad de Atenas. Allí conoció a un ciudadano llamado Aristóteles, quien le enseñó sobre la filosofía y la política de la época. Aristóteles le explicó que en la antigua Grecia, la política y el amor eran vistos como dos aspectos inseparables de la vida.
Mientras exploraba la ciudad, Juan también conoció a un esclavo llamado Leandro, que le contó su historia y cómo era vivir como un no ciudadano en Atenas. Leandro le dijo a Juan que a pesar de no tener derechos políticos, él aún amaba y se sentía amado.
La experiencia de Juan en Atenas le hizo darse cuenta de que el amor es más fuerte que cualquier barrera, ya sea política o social. Regresó al presente con una nueva perspectiva sobre el amor y decidió pedirle a Ana que se casara con él.
Ana aceptó y juntos vivieron un amor verdadero y duradero, recordando siempre la lección que aprendieron en la antigua Grecia sobre el poder del amor.