Respuesta:
Según el mito de creación de los yoruba, al principio solamente existían el cielo y el agua gobernados por los dioses Olorun y Olokun respectivamente. Otro dios llamado Obatala se presentó delante de Olorun y le pidió permiso para crear una tierra en la que pudieran habitar todo tipo de seres vivos. El dios del cielo aceptó su petición y entonces Obatala fue a visitar a Orunmila, el hijo mayor de Olorun y Dios de las Profecías.
Él le dijo que necesitaría una bolsa en la que transportar los siguientes objetos: una larga cadena de oro, una concha de un caracol llena de arena, una gallina blanca, un gato negro y una semilla de una palmera. Los dioses dieron su oro a Obatala para crear la cadena, mientras que Orunmila le dio el resto de objetos. Cuando estuvo preparado, Obatala ató la cadena en una nube, se echó la bolsa a la espalda y comenzó a descender del cielo.
Cuando llegó al final de la cadena se dio cuenta de que le quedaba mucha distancia. Orunmila le dijo desde el cielo que vertiera la arena de la concha y seguidamente dejara suelta a la gallina. Ésta comenzó a escarbar y dispersar toda la arena, por lo que formó grandes montones de tierra que se convirtieron en colinas y valles.
Obatala saltó a una colina que llamó Ife y contempló que la tierra se extendía más allá de lo que podía ver. Más tarde, hizo un agujero en el que plantó la semilla y la palmera creció en un abrir y cerrar de ojos. Muchas más semillas cayeron al suelo y germinaron a la misma velocidad y se extendieron por toda la tierra.
Obatala estaba fascinado con su creación y se estableció en la tierra junto a su gato negro. Los meses pasaron y el dios comenzaba a aburrirse, por lo que excavó en la tierra hasta encontrar arcilla que usó para moldear gente como él para tener compañía. Trabajó duramente hasta que se cansó y paró a descansar.
Se arrimó a una palmera, extrajo vino de palma y comenzó a beber desmesuradamente. Volvió a su labor en estado de ebriedad y creó modelos llenos de imperfecciones. Sin tener idea de lo que había hecho, Obatala pidió a Olorun que diera vida a sus creaciones.
Al día siguiente, observó su gran error y prometió no beber nunca más y se convirtió en el Protector de los Deformes. Toda la población comenzó a construir chozas y al poco tiempo la vida en Ife prosperó y se convirtió en una ciudad.
Explicación:
Espero te sirva.