Para resolver problemas del entorno aplicando números racionales, es necesario identificar la situación o el problema, identificar los datos relevantes y expresarlos en términos de números racionales. Luego, se puede aplicar las operaciones matemáticas relevantes (como la suma, la resta, la multiplicación o la división) para obtener una respuesta. Por ejemplo, si se desea calcular el costo de un viaje en automóvil, se pueden identificar los kilómetros a recorrer, el consumo de combustible por kilómetro y el costo por litro de combustible, y luego aplicar la multiplicación para calcular el costo total.
Para resolver operaciones de suma y resta con números racionales o fraccionarios, es necesario tener en cuenta el concepto de numerador y denominador. La suma y la resta se pueden realizar de la siguiente manera:
Suma: para sumar fracciones, es necesario tener el mismo denominador. Si las fracciones tienen denominadores distintos, es necesario encontrar un denominador común y convertir las fracciones en fracciones equivalentes con ese denominador. Luego, se suman los numeradores y se coloca el resultado como numerador de la fracción resultante, con el mismo denominador.
Resta: para restar fracciones, es necesario seguir el mismo proceso que para la suma, es decir, encontrar un denominador común y convertir las fracciones en fracciones equivalentes con ese denominador. Luego, se restan los numeradores y se coloca el resultado como numerador de la fracción resultante, con el mismo denominador.
En ambos casos, es importante simplificar la fracción resultante, si es posible, dividiendo el numerador y el denominador por su máximo común divisor.