RESPUESTA:
Hacer ejercicios en actividades de la vida cotidiana: Sacar las matemáticas de las aulas y usarlas en su día a día, hará que los niños le pierdan el miedo. Por ejemplo, cuando salgan al supermercado con sus hijos, pueden incentivarlos a hacer los cálculos de gramaje y costo o recibir el cambio de efectivo y revisar que sea correcto.