Respuesta:
El nivel subatómico es, por ahora, el nivel más bajo de organización de la materia. Pero, ¿cómo se sabe esto? Porque, por el momento, no hay constancia de que las partículas que conforman este nivel estén formadas por la unión de otras partículas más pequeñas. Este “mundo” continúa siendo un enigma para los físicos, pues las leyes de la física parecen no cumplirse.
El nivel subatómico se divide en fermiones y bosones. Absolutamente todo lo que hay en el Universo está compuesto de estas partículas subatómicas. Los fermiones (donde se incluyen los electrones) es aquello que da masa a los cuerpos, mientras que los bosones, pese a no dar masa, son las partículas que median las fuerzas naturales (gravedad, electromagnetismo y fuerza nuclear) que afectan a la materia.
Estamos hablando de tamaños que se encuentran por debajo de los 10^-17 metros, algo que nuestro cerebro no es ni capaz de imaginar. Por no hablar de que la singularidad de un agujero negro, es decir, el punto de infinita gravedad es una partícula (la más pequeña conocida) con un tamaño de 10^-34 metros o que además de la materia, existe la antimateria, la cual está formada por antipartículas. Sin duda, un mundo asombroso pero increíblemente complejo.
2. Nivel atómico
Estas partículas subatómicas se organizan entre ellas para dar lugar al siguiente nivel de la materia: el atómico. En él, pese a que las cosas siguen siendo misteriosas, estas suceden de forma más similar a lo que dictan las leyes de la física. Un átomo consiste en un núcleo formado por neutrones (sin carga eléctrica) y protones (con carga positiva) alrededor del cual orbitan los electrones (con carga negativa).
Dependiendo del número de protones en el núcleo (el de electrones puede variar), estaremos ante un elemento u otro. Es decir, es el número de protones en el átomo lo que determina el elemento. El oxígeno, el carbono, el hierro, el oro… Cada uno tiene un número “intocable” de protones.
Cada átomo, pues, tiene unas propiedades químicas concretas. Es decir, cada uno interacciona con otros átomos de una forma particular, lo que determina la organización del siguiente nivel. Sea como sea, en el nivel atómico estamos hablando de tamaños que van desde los 62 picómetros (un picómetro son 10-12 metros) en el átomo de helio hasta los 596 picómetros en el átomo de cesio.
Átomo
3. Nivel molecular
Las interacciones entre los átomos conducen al siguiente nivel de organización de la materia: el molecular. Las moléculas son, pues, organizaciones de átomos. Cada molécula tiene unas propiedades únicas que nacen de las características de los distintos átomos que la forman y de los enlaces que establecen estos para unirse. El más claro ejemplo es la molécula de agua, que nace de la unión, a través de un enlace covalente (el más fuerte químicamente), de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.
Cuando estas moléculas están formadas por átomos de, al menos, dos elementos distintos, hablamos de compuesto químico. Además, si uno de estos elementos es el carbono, se trata de una molécula orgánica. Si tiene cualquier otro elemento menos el carbono, es una molécula inorgánica.
4. Nivel macromolecular
Nos vamos acercando a la vida como la conocemos. Y es que en determinadas ocasiones, las moléculas orgánicas pueden interaccionar entre ellas formando polímeros, es decir, moléculas más grandes. Estas macromoléculas son la base de la vida, pues su mayor complejidad estructural deriva en una mayor complejidad funcional, pudiendo desarrollar funciones biológicas. En este sentido, moléculas orgánicas sencillas pueden organizarse entre ellas para dar lugar a las cuatro macromoléculas que representan el pilar de la vida: ácidos nucleicos (el ADN), proteínas, hidratos de carbono y lípidos.
Con estas macromoléculas, los seres vivos tienen lo que necesitan para existir. Y es que estas macromoléculas, cuando trabajan juntas, permiten la entrada en el siguiente nivel de organización y, en definitiva, la formación de la vida.
5. Nivel celular
Llegamos por fin, después de este viaje, a la vida. No olvidemos que cada nivel de organización deriva del anterior, por lo tanto, es importante tener en cuenta que todas nuestras células vienen del primer nivel que hemos visto: el subatómico. Sea como sea, el nivel celular nace de la interacción entre macromoléculas, moléculas orgánicas y moléculas inorgánicas. La célula es la entidad de materia más pequeña que reúne las características para “estar viva”. En los organismos unicelulares (como las bacterias) la organización termina aquí, pero para los pluricelulares (como los humanos) continúa.
Explicación: