Respuesta:
Estimula tu creatividad
La cantidad de energía que nos ofrece la naturaleza estimula nuestras neuronas y esto favorece nuestro desarrollo cognitivo y aprendizaje. Movernos libremente y observar despierta tu curiosidad e interés por conocer y saber un poco más de ella.
Reduce el estrés
Realizar una actividad al aire libre te ayuda a desconectarte y reduce la fatiga mental. Además, te da una sensación de libertad única.
Refuerza el sistema inmunológico
Muchas investigaciones han dado como resultado que pasar tiempo en la naturaleza nos protege contra diversas enfermedades. Pasar un rato en contacto con la naturaleza nos relaja y actúa como una inyección de energía que nos ayuda a protegernos de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, mentales y musculares.
Aumenta tu conocimiento e interés. Estar en contacto con la naturaleza te permitirá conocerla y apreciar su belleza. Hacerte consciente de cómo funciona el mundo y cómo debemos cuidarlo.
Aumenta tu concentración
Las actividades al aire libre ayudan a distraerse y relajarse. Está comprobado que en una mente relajada no hay lugar para el estrés. Gracias a ello, podemos concentrarnos mejor en nuestras tareas cotidianas.
Nos ayuda a escucharnos a nosotros mismos
Los colores y sonidos de la naturaleza estimulan la abstracción y facilitan la meditación. Por eso, nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos y reflexionar.
Aumenta la autoestima y el autocontrol
Realizar una actividad física de al menos cinco minutos en un entorno natural, incluidos parques urbanos, mejora el ánimo y la autoestima. Asimismo, el contacto directo con la naturaleza contribuye a aumentar el rendimiento y a potenciar el control de la disciplina y los impulsos propios.
Este verano, si estás de vacaciones desconectate de la tecnología y conectate con el entorno natural. Hacé actividad física al aire libre o simplemente buscá ese rinconcito en el patio que te conecta con la naturaleza, para leer un libro o realizar una meditación.