Explicación:
En el Derecho Romano antiguo, la Curatela y la Tutela eran instituciones legales que tenían como objetivo proteger a personas incapaces de administrar sus propios asuntos, como los menores de edad, los ancianos, los enfermos mentales, etc.
La Curatela era una forma de protección para aquellas personas que eran consideradas "imperitas", es decir, incapaces de tomar decisiones por sí mismas. La Curatela se otorgaba a un curador, que era responsable de tomar decisiones en su nombre y de proteger sus intereses.
Por otro lado, la Tutela era una forma de protección para los menores de edad, es decir, aquellos que aún no habían alcanzado la mayoría de edad. La Tutela se otorgaba a un tutor, que actuaba en su nombre y tenía la responsabilidad de proteger sus intereses y de guiarlos hasta que alcanzaran la mayoría de edad.
En resumen, la principal diferencia entre la Curatela y la Tutela en el Derecho Romano antiguo era la edad de la persona que se debía proteger. La Curatela se aplicaba a personas incapacitadas, mientras que la Tutela se aplicaba a menores de edad.