Primero, el precio de la construcción y mantenimiento del canal era costoso y estaba más allá del presupuesto de Inglaterra. En segundo lugar, Inglaterra se enfrentó a una creciente presión internacional para que devolviera el control del canal a Panamá. Tercero, el canal había perdido parte de su utilidad debido a la creciente importancia de los aviones para el transporte de pasajeros y mercancías. Finalmente, Inglaterra estaba enfrentando conflictos en otros territorios y no quería agregar más problemas a su lista.