Respuesta:
Los alimentos que comemos se pueden clasificar en tres tipos de nutrientes: carbohidratos, lípidos y proteínas. Cada uno de ellos tiene una función diferente en nuestro organismo.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía para las células. Se encuentran en alimentos como el pan, el arroz, las frutas, las verduras y las papas. Las papas fritas son un ejemplo de carbohidratos, ya que están hechas de papas, que son tubérculos ricos en almidón. El almidón es un tipo de carbohidrato complejo que se descompone en azúcares simples durante la digestión.
Los lípidos son moléculas que almacenan energía y forman parte de las membranas celulares. Se encuentran en alimentos como el aceite, la mantequilla, el queso, la carne y los frutos secos. Los lípidos se pueden dividir en grasas saturadas, insaturadas y trans. Las grasas saturadas son sólidas a temperatura ambiente y se asocian con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las grasas insaturadas son líquidas a temperatura ambiente y se consideran más saludables. Las grasas trans son artificiales y se producen al hidrogenar aceites vegetales. Las grasas trans son las más perjudiciales para la salud. Las papas fritas también contienen lípidos, ya que se fríen en aceite, que es un tipo de grasa insaturada.
Las proteínas son moléculas que forman parte de la estructura y el funcionamiento de las células. Se encuentran en alimentos como la leche, el huevo, el pescado, el pollo y las legumbres. Las proteínas se componen de aminoácidos, que son los bloques de construcción de las proteínas. Hay 20 tipos de aminoácidos, de los cuales 9 son esenciales, es decir, que el cuerpo no puede producirlos y debe obtenerlos de la dieta. El pollo es un ejemplo de proteína, ya que aporta proteínas de alto valor biológico, es decir, que contiene los 9 aminoácidos esenciales para nuestro organismo.