Las cargas del hierro y el oxígeno van cruzadas en la estructura del óxido de hierro (FeO) debido a la regla de electroneutralidad en la formación de compuestos iónicos. En los compuestos iónicos, como el FeO, los iones positivos (cationes) y los iones negativos (aniones) se combinan en proporciones que aseguran que la carga total sea cero.
El hierro, en el FeO, tiene una carga positiva de 2+ (Fe2+), mientras que el oxígeno tiene una carga negativa de 2- (O2-). Para que la carga total sea cero, es necesario que haya dos iones de oxígeno por cada ion de hierro. En la estructura cristalina del FeO, los iones de hierro y los iones de oxígeno se organizan en una red cúbica centrada en las caras, en la que las cargas de los iones se ubican alternadamente de forma cruzada, lo que resulta en una distribución uniforme de las cargas positivas y negativas. Esta disposición da lugar a un compuesto eléctricamente neutro y estable.