Había una vez un pequeño pueblo llamado Eco, que vivía en armonía con la naturaleza. Pero con el tiempo, los habitantes de Eco comenzaron a ser más descuidados y a maltratar el medio ambiente. Basura y contaminación comenzaron a acumularse y los animales y plantas comenzaron a desaparecer.
Un día, una niña llamada Lila se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y decidió hacer algo al respecto. Lila comenzó a recoger la basura y a plantar árboles para ayudar a restaurar el equilibrio natural del planeta. Sin embargo, muchos de los habitantes de Eco no estaban interesados en ayudar y se burlaban de ella.
Lila no se rindió y siguió adelante con su misión. Con el tiempo, más y más personas comenzaron a unirse a ella y juntos trabajaron para hacer un cambio real. La basura desapareció y los árboles comenzaron a crecer. Los animales y las plantas regresaron a la zona y el pueblo de Eco comenzó a prosperar de nuevo.
El final feliz de esta historia es que los habitantes de Eco aprendieron la importancia del cuidado del planeta y trabajaron juntos para mantener su pueblo y su entorno saludables y sostenibles para las generaciones futuras.
El mensaje de esta historia es que todos tenemos un papel importante que desempeñar en la protección del medio ambiente y que juntos podemos hacer una diferencia real y duradera en el mundo.