Respuesta:
No podemos tratar de entender el poblamiento del Sur de Ecuador sin recordar la singularidad de las condiciones geográficas y climáticas de la región, que por sí solas, pueden ser responsables de algunas características culturales de sus habitantes (Ver Wolf (1892) 1975; Jaramillo Alvarado 1955; Deler, 1981). El ensanchamiento de los Andes en una zona montañosa más baja y en transición más suave hacia el Oeste y el Este constituye una marcada ruptura del callejón interandino: por lo tanto a este nivel una interrupción también en el tipo mismo de la colonización incaica. Además, la compartimentación topográfica y un clima menos riguroso y menos contrastado explican también la ocupación del suelo por grupos étnicos más independientes unos de otros, tanto desde el punto de vista político como económico. Es de notar que el excelente observador Cieza de León (1947: 366 y 409-410) propone el mismo análisis para la región de Popayán y para la de Loja que bordean el Ecuador central al Norte y al Sur. Este cronista explica la belicosidad de sus habitantes por las condiciones ecológicas: un clima templado, tierras fértiles y una geografía compleja les permiten librarse de los conquistadores —sean incas o españoles— trasladándose a otro sitio, si es necesario. Su organización social y política resulta adaptada a este medio ambiente: se trata de pequeños grupos muy móviles, acéfalos (“behetrías”) o de cacicazgos poco complejos