*FRIO:
Articulaciones: Los pacientes con artrosis o artritis reumatoide sufren más dolor cuando bajan las temperaturas.
Corazón: El esfuerzo realizado por el corazón para mantener la temperatura puede resultar excesivo en un corazón débil (por una enfermedad o por la edad) y puede provocar más eventos cardiovasculares; por ejemplo, la aparición de un infarto o angina de pecho.
Dolor de cabeza: En los períodos de épocas de bajas temperaturas suelen haber más episodios de cefalea y migrañas.
Humor: Las bajas temperaturas pueden acentuar los trastornos depresivos, la ansiedad, la irritabilidad y la agresividad. La falta de vitamina D puede ser un factor influyente.
Visión: La protección de los ojos es esencial en cualquier época del año. El frío, la nieve y el viento pueden afectar a tu visión.
Disminución calorías: El frío nos lleva a consumir más energía, ya que es necesario su gasto para mantener el calor. Para compensar esto, el cuerpo necesita un mayor suministro de calorías.
*CALOR:
Cambios en el estado de ánimo y conciencia:
El calor moderado estimula y es muy sano. Sin embargo, cuando supera ciertos niveles, impacta de manera negativa y se extiende al cuerpo y la mente, generando un estado negativo generalizado, aturdimiento, irritabilidad, confusión, cambios de humor y alteración de la conciencia.
Fatiga e insomnio:
Debido al calor, pueden tener lugar alteraciones de sueño por despertares frecuentes. Esto provocará que una persona se sienta cansada o fatigada cuando tiene que estar despierta.
Daño muscular y circulatorio:
Pueden producirse calambres por falta de agua y sales, agotamiento, colapso circulatorio y daños musculares.
Cefaleas:
Para quienes padecen cefaleas o migrañas, el calor resulta un factor disparador.
Disminución de la memoria:
Esto debido a la deshidratación y al sueño alterado.
Problemas respiratorios:
Con el calor, la sequedad ambiental se reproduce en las vías respiratorias ya que intensifica los síntomas de los pacientes con problemas respiratorios.
Golpe de calor:
Este es el efecto más grave del calor, ya que falla la capacidad de regular la temperatura del cuerpo y puede elevarse hasta los 40°C. Debe diferenciarse del agotamiento por calor, ya que si bien son estadios del mismo proceso, el golpe de calor conlleva una mayor intensidad de los síntomas.
Los más comunes son:
Dificultad para respirar.
Falta de sudoración.
Insuficiencia o falla renal.
Edema pulmonar.
Arritmias cardíacas.
En los casos más extremos se puede tener:
Hipotensión severa.
Delirios.
Pérdida de la conciencia.