Explicación:
La barrera anatómica que constituyen el epitelio respiratorio y la piel es el primer mecanismo de defensa frente a la infección fúngica por hongos filamentosos. Las defensas mucociliares, en especial los macrófagos alveolares, son la primera línea de defensa fagocítica frente a las esporas inhaladas. Estudios recientes enfatizan el importante papel que juega el surfactante pulmonar frente a la infección por Aspergillus al disminuir la interacción del hongo con el huésped y reducir la inflamación consecuente18.