Respuesta:
la fábula de la tortuga y la liebre
Explicación:
En el campo vivían una liebre y una tortuga. La liebre era muy veloz y se pasaba el día correteando
de aquí para allá, mientras que la tortuga caminaba siempre con aspecto cansado, pues no en vano tenía que soportar el peso de su gran caparazón.
A la liebre le hacía mucha gracia ver a la tortuga arrastrando sus gordas patas, mientras que a ella le bastaba un pequeño impulso para brincar con agilidad. Cuando se cruzaban, la liebre se reía de ella y solía hacer comentarios burlones que por supuesto, a la tortuga no le parecían nada bien.
– ¡Espero que no tengas mucha prisa, amiga tortuga! ¡Ja, ja, ja! A ese paso no llegarás a tiempo a ninguna parte ¿Qué harás el día que tengas una emergencia? ¡Acelera, acelera!
Un día, la tortuga se hartó de tal modo, que se enfrentó a la liebre.
– Tú serás veloz como el viento, pero te aseguro que soy capaz de ganarte una carrera.
– ¡Ja, ja, ja! ¡Ay que me parto de risa! ¡Pero si hasta una babosa es más rápida que tú! – contestó la liebre mofándose y riéndose a mandíbula batiente.