Su principal fuente de alimento son las focas. Cuentan con 42 afilados dientes, que le permiten devorar fácilmente a sus presas. Estas piezas son más largas que las que posee el oso pardo en su boca.
La literatura colonial fue escrita por los cronistas y los dominadores. Bajo el mundo de la censura, las limitaciones de la imprenta y la óptica europea, los escritores verán publicar sus obras con enormes dificultades. La cultura hispánica monárquica y religiosa tendrá como exponente a don Gonzalo Jiménez de Quesada.
El principal género empleado durante la literatura de la Colonia fue la narrativa, específicamente la crónica urbana. De hecho, el escándalo social ocupó un lugar preponderante en este tipo de escritos.