Las causas del imperialismo son multiples y variadas, pero algunas de las más comunes incluyen:
Económicas: La búsqueda de nuevos mercados y fuentes de materias primas para mantener el crecimiento económico y mejorar la competitividad de las empresas y los países.
Demográficas: La creciente población y la necesidad de expansión territorial para abastecer a la población con recursos naturales y alimentos.
Geotrategicas: La necesidad de controlar regiones clave para proteger los intereses nacionales y garantizar la seguridad de los recursos y las rutas de comercio.
Ideológicas: La creencia en la superioridad cultural y política de una nación sobre otras, que justifica la expansión territorial y la colonización de otros países.
Tecnológicas: El avance tecnológico y la disponibilidad de medios de transporte y comunicación más avanzados que facilitaron la expansión territorial.