Respuesta:
El país que se opuso a la unificación italiana fue el Papa y el Estado Pontificio (el estado papal en Italia), y la razón fue el temor a perder su poder y autoridad en la región.
El Papa, como líder espiritual de la Iglesia Católica, tenía una gran influencia en Italia y en Europa en general en ese momento. La unificación italiana significaba la creación de un nuevo estado laico que reemplazaría al Estado Pontificio y limitaría el poder y la influencia del Papa en la región.
Además, el Papa y sus partidarios temían que la unificación italiana fuera el preludio de una mayor secularización y una pérdida de su papel en la vida religiosa y social de Italia. Como resultado, el Papa y el Estado Pontificio se opusieron a la unificación italiana y trabajaron activamente para detenerla.
Sin embargo, los líderes italianos, liderados por Camillo di Cavour y Giuseppe Garibaldi, continuaron sus esfuerzos por unificar Italia, y finalmente lograron su objetivo en 1870. El Estado Pontificio fue abolido y el Papa perdió su poder temporal sobre Italia. Aunque el Papa y la Iglesia Católica mantuvieron su poder espiritual y moral, su influencia política y temporal en la región disminuyó significativamente.