Lácteos y derivados. Son fuente de proteínas y minerales como el calcio.
Alimentos proteicos. Se incluyen las carnes, los pescados, los huevos y los frutos secos.
Alimentos hidrocarbonados.
Verduras y hortalizas.
Frutas.
Grasas, aceites y mantequillas.
Los alimentos nos aportan los nutrientes que el cuerpo necesita para llevar a cabo sus funciones adecuadamente. Según la función que desempeñan, podemos clasificar los nutrientes en: Nutrientes con función energética: hidratos de carbono y grasas. Nutrientes con función estructural o plástica: proteínas.