Los liberales defienden la libertad individual, el Estado de Derecho, los derechos humanos y la democracia, mientras que la consolidación de la dictadura refuerza la autoridad del Estado, restringe la libertad individual y promueve la supremacía de una persona o grupo. Los liberales abogan por el diálogo y el consenso, mientras que los regímenes dictatoriales suelen basarse en la represión y la coerción. Los liberales promueven la igualdad de derechos económicos y sociales, mientras que los regímenes dictatoriales suelen privilegiar a una élite política determinada. Los liberales defienden la separación de poderes, mientras que los regímenes dictatoriales suelen concentrar el poder en una sola persona o un grupo de personas.