Respuesta:El mito desde su narrativa ancestral ha generado una retroalimentación en el ámbito
sociocultural con los imaginarios de una región, y también espiritualmente desde la relación
hombre-naturaleza. Estas manifestaciones culturales se van transformado con el paso del
tiempo en cada cultura como consecuencia de la transculturación. También hay que decir que
la iconografía y la cosmovisión ancestral resulta cada vez más difícil de conservar y toda la
herencia indígena se ve afectada por este fenómeno social.
El mito se ha estudiado desde diversos contextos culturales y sociales, especialmente en
el campo de las artes en general. En el caso de la pintura, éste ha sido un exponente en el
campo de la representación del imaginario de una región; esto gracias a que en su estructura
se hallan representaciones de índoles iconográficas, fantásticas y mágicas a las que recurren
los artistas visuales para desarrollar sus obras.
Los mitos, entendidos como relatos sobre deidades o espíritus ancestrales, narran,
construyen o resignifican sucesos o hechos que tienen alguna semejanza particular con
emociones o experiencias sensibles del ser humano. Es partiendo del estudio de su
iconografía y simbolismo similar a las experiencias íntimas, que se propone la resignificación
del mito desde el quehacer pictórico, no dejando de lado la importancia y estructura de éste,
sino convirtiéndolo en fuente y parte del recuerdo para lograr el objetivo de interiorizarlo y
retroalimentarlo para que sea conservado en la memoria.
De esta manera, el propósito del proyecto responde a la idea de cómo apropiarse, trasmitir
o conservar la cosmovisión ancestral del departamento del Caquetá, por medio de un mito
autóctono de la región conocido como la diosa del Chairá.