La economía feudal se fortaleció por medio del proceso del autoabastecimiento, dado que en el terreno de cada feudo se podía cultivar la tierra, criar ganado, cazar y obtener los recursos naturales que produce la tierra.
Se considera que la economía feudal era una "economía natural" porque la producción y el comercio se basaban en los recursos y habilidades disponibles en la tierra y en la comunidad local. En la época feudal, la mayoría de las personas vivían en comunidades agrarias, donde producían alimentos, materiales y bienes necesarios para su propia subsistencia y para el intercambio con otras comunidades cercanas. No había una economía globalizada ni una economía monetaria ampliamente establecida, por lo que el intercambio se basaba en el trueque y en el uso de productos básicos como la sal y el grano como formas de pago. Por lo tanto, se considera que la economía feudal era "natural" en el sentido de que estaba estrechamente relacionada con la naturaleza y los recursos disponibles en un entorno local.