La condensación es el proceso por el cual un gas se transforma en líquido. La condensación ocurre cuando se aumenta la presión o se disminuye la temperatura en un gas, lo que hace que las moléculas se acerquen y formen un líquido.
Por otro lado, la licuefacción es el proceso por el cual un gas se transforma en líquido sin que se produzca un cambio en la temperatura. La licuefacción ocurre cuando un gas es comprimido hasta un punto en el que la presión supera la tensión superficial del gas, lo que permite que las moléculas se muevan más cerca entre sí y formen un líquido.
En resumen, la condensación es un proceso que requiere cambios en la temperatura o presión, mientras que la licuefacción es un proceso que requiere compresión sin cambios en la temperatura.